XXXVIII. Cansada de tenerle miedo al éxito
... mi última carta de fin de año
Todo esto lo escribí en el contexto de la última luna nueva que tuvimos en escorpio y lo poco que queda del año de la serpiente. Al menos esa era la idea, pero me puse a hacer otras cosas.
Estoy cansada, pero por primera vez puedo decir que estoy cansada conmigo misma. Cansada de todas las trabas que me he puesto sin darme cuenta de lo que estaba haciendo. Esto como siempre no es del todo cierto. En cierta manera sí me doy cuenta, sino no estaría escribiendo esto, el problema es que son ciertos patrones que no sé como romper. Patrones que veo en personas con las que crecí, con las que me relacioné en edades tempranas, personas que me criaron y enseñaron cosas del mundo que de a poco tuve que reaprender y ajustar según mis creencias y planes que quise para mi misma que no necesariamente se alineaban con lo primero.
Hoy puedo decir con bastante más convicción que me quiero crear como siempre me ví de chica, como siempre me quise. Exitosa. Como todo sueño de niña y vida de niña el tiempo y las cosas no pasaron como planee, las cosas no fueron tan fáciles, el tiempo, a ratos, pasó muy rápido, y otras veces se sintió como que no iba a acabar nunca. La salud mental a ratos me jugó en contra, pero supe salir adelante porque no sé ser de otra manera. La resiliencia es algo que aprendí sin saberlo. Fue algo que siempre asumí tenía que estar ahí.
Desde chica supe lo que quería hacer con mi vida. Yo quería escribir, quería saber cosas, quería saber sobre moda y arte,quería ser una persona creativa, vestirme bien y, una vez que le agarré el gusto a la lectura, quería ser alguien que se dedicara a escribir y vestirse bien. Cosas muy amplias que en algún momento no supe como hacer.
Porque no te enseñan lo importante que es hacerse conexiones, conocer gente, mostrarse, como sea pero mostrarse. Y para la persona introvertida que soy, que le gusta estar sola o en compañía de personas contadas con los dedos, siempre asumí que todo esto lo iba a poder lograr igual, sola. A los 27 me doy cuenta que eso no es tan así. Pero de a poco se aprende.
Este año no me propuse nada. No hice una lista con metas, con las cosas que quería lograr o hacer. El único plan era trabajar. Trabajar, ahorrar, poder comprar cosas que siempre quise. Y en parte lo logré, pero me costó más llevar la vida sin una lista, sin cosas claras. No siempre me resulta ir a la vida y que sea lo que tenga que ser, menos si es un año entero.
Por eso el 2026 voy a volver a ponerme metas, hacer listas, escribirlo todo, anotar todo. Lo que sé, lo que no, lo que me gusta, lo que no, lo que puedo mejorar.
Ya me cansé de tenerle miedo al éxito, y como este pueda cambiar la percepción que otros puedan tener de mí.
Espero que la evolución que quiero para este proyecto me funcione, todavía hay cosas que tengo que ajustar y mejorar; como con todo en la vida.
Esto será lo último que escriba este año.
Así que me siguen leyendo el próximo.

