Ahora más que nunca creo en la teoría de que el cerebro humano no está hecho para la atención que nos ofrecen las redes sociales.
Durante el fin de semana publiqué un video en Tiktok que nunca en la vida pensé se vilarizaría de la manera en que lo hizo. En tan solo un par de horas tenía el triple de vistos que tengo usualmente. Solo soy otra persona más en la plataforma y hace bastante tiempo dejé los intentos de ser influencer por lo que publico lo que genuinamente me gusta. Hay veces que pasan semanas sin subir nada y hay otras que publico por tres días seguidos para después volver a desaparecer; pero ahora siento que no puedo seguir haciendo lo mismo.
Siempre ha estado en mi naturaleza que me guste la atención (bien dirigida y con buenas intenciones). Suena raro, pero no me acuerdo de algún momento de mi vida donde eso no haya sido así. En broma (y no tanto) pienso que es porque tengo mi sol en Libra, otras veces pienso que soy narcisista hasta que vuelvo a buscar su significado en Google para quedarme tranquila. Pero no es que necesite atención constantemente, ni para sentirme mejor conmigo misma o para sentirme validada, es más como un golpe de dopamina por el tiempo en el que dura la atención, después puedo seguir con mi vida tranquilamente. Pero cuando me empezaron a llegar las notificaciones de la aplicación algo extraño le pasó a mi cerebro. Veía números y comentarios de cientos de personas. No los leí todos, de hecho debo haber leído tres o cuatro porque sé que así es donde empieza el deterioro de la salud mental. Pero mi cerebro no podía procesar tanta gente, tanto número en la pantalla de mi celular. ¿Como es posible que a miles de personas les importe tanto la vida de alguien que no conocen?
Hace tiempo que me pregunto lo mismo, y me incluyo ¿por qué nos importa tanto la vida de los demás? ¿Cual es la atracción en querer saber todo sobre alguien?
Claramente con el poco contexto de un video de 15 segundos en Tiktok donde hablo sobre una parte ínfima de mi trabajo que no siempre se como manejar la gente especula y comenta sin saber, porque así funcionan las redes sociales, sobreviven gracias al chisme y la especulación. Pero nunca pensé que mi video iba a causar tanta especulación y que tanta gente comentara sobre algo que no tiene contexto.
Se que leyendo esto muchas personas van a decir que eso es lo que se gana por publicar en redes sociales, que todo el que se cruce con el video se sienta con el derecho de comentar sobre esta pequeña parte de mi vida. Es un discurso que se viene escuchando por décadas, “si no quieres que las personas hablen sobre ti, no publiques, no cuentes tu vida, no te hagas famoso, etc.” Nunca he estado de acuerdo con esto. Siempre he creído que las personas tienen derecho a poder mantener su vida en privado, aunque sea la persona más famosa del mundo.
Pero el tema lo puedo dejar para otra publicación.
El punto que queria hacer es el siguiente. A mi generación (soy del 98) fue a la última que se le dijo que estudiando una carrera y siendo profesional íbamos a poder tener una vida exitosa; el discurso de la casa propia y etcétera. El problema es que en el camino nos dimos cuenta que eso no es verdad. No te explican la diferencia que hace una licenciatura y un título profesional, lo importante que son las redes de contactos porque así se mueve el mundo. No te dicen que a veces no queda de otra que trabajar en algo nada que ver con lo que estudiaste porque no hay trabajo en el campo, o no sabes hacerte un camino dentro del mundo profesional; porque eso tampoco te lo enseñaron.
Estoy haciendo el ejercicio todos los días de no tratarme tan mal y de ver la vida de una manera positiva (por el poder que tienen las palabras y todo eso) y es por eso digo que tengo suerte de estar donde estoy en este momento. ¿Hay aspectos de mi vida que me gustaría cambiar? Absolutamente, y a veces soy impaciente y lo quiero todo ahora, pero gracias a esa misma mentalidad no he sabido agradecer y celebrar donde estoy y todo lo que he avanzado, sobre todo en el último año.
Nunca pensé que un video mio iba a ser tan controversial. Quizás pensé que no importaba lo suficiente, que no era tan importante, pero subestimé la parte que todo el mundo se siente con derecho a opinar y que en algún momento a todos nos va a tocar.