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Esta edición viene en consenso con ustedes: estamos con depresión de fin de año, cansades y ya estamos en la edad en la que nos cuentan para ayudar a organizar las fiestas y celebraciones de fin de año. En resumen, ya no hay ganas de nada. En parte por eso esta edición viene una semana tarde, cuando me di cuenta de que tenía que empezar a escribir esto ya era miércoles y tenía, por una parte, muchas cosas que hacer, y por otra cero ganas de vivir. Y en vez de empujarme a hacer algo corto y que no me terminara gustando, me tomé esos días y ahora estoy escribiendo el siguiente miércoles algo con lo que quede conforme y me guste a mí y a ustedes.
En cosas que han pasado en la vida y para empezar algo de lo que quiero escribir hoy; hace un par de semanas me invitaron a un evento de prensa de Chivas Regal (en realidad fui como +1 de una amiga y a ella le ofrecieron la entrada porque contactos) y siempre que me ha tocado ir a eventos así me replanteo esta cosa de querer ser influencer, las ultimas “controversias” y “la vida” del influencer si se puede decir así.
Hace mucho tiempo que estoy tratando de hacer esto, subir más a mis redes sociales y tratar de armar una comunidad con la que compartamos mismos gustos. Gracias a que una de mis mejores amigas trabaja (en parte) en el detrás de escenas de esta industria, se mas o menos como funcionan algunas cosas, como usar el algoritmo a tu favor, como tener más engagement etc. Pero no sé si es por mi falta de compromiso, salud mental o porque una parte de mi cerebro sabe que, quizás, esta vida no es para mí, que no puedo lograr hacer contenido seguido y un contendido con el que este conforme y no solo siga “la regla” que pareciera funcionar en el momento.
El primer evento al que fui fue un lanzamiento de Benetton en conjunto con Ripley (creo que era lanzamiento) en el que estaba trabajando mi amiga y me pidió que la acompañara, pero como era mi primera experiencia en algo así, obviamente no hablé con nadie porque me sentía muy fuera de lugar. No tenía idea a lo que iba, no conocía a ninguna de las personas que estaban ahí (todavía no se quiénes son la mitad de los influencers que están de moda), pero tenía algo, no sé si el espumante de cortesía o el ambiente de las personas con sus celulares haciendo algún tipo de contenido que me llamó la atención y al final del evento le dije a mi amiga “creo que me podría acostumbrar a esto” Obviamente mirándolo desde afuera se ve fácil. Simplemente grabar contenido, ir a los eventos a los que te invitan y usar las cosas que te mandan y listo. Es el llegar a eso lo que es más difícil; al menos a mi parecer.
El segundo evento fue un taste test y experiencia del nuevo menú de un bar ubicado en Alonso de Córdova en la comuna de Vitacura. De nuevo iba como más uno de la misma amiga de siempre y la experiencia fue enormemente diferente a la primera. El lugar, que era un espacio relativamente pequeño, estaba lleno de gente. Mi amiga, la insider de todo, me explicaba que generalmente se hacía así para que en prensa y en redes el evento se viera exitoso, popular, lleno. Honestamente nada que decir con el bar en sí, los tragos estaban buenísimos, la comida también. Dentro de la experiencia social, conocí a gente muy buena onda que probablemente nunca más voy a ver porque no me acuerdo de sus nombres, pero esta fue mi primera experiencia donde vi a esas personas que iban al evento por contactos y que se tomaban más atribuciones que las que deberían (onda, ¿Qué tanto cuesta ir al baño que está designado para el evento y no al que es para el staff? El cual ya te dijeron una vez que no podías entrar)
Honestamente me sentía como Dan Humphrey viendo por primera vez el mundo de elite del Upper East Side de Manhattan (¿acaso escribir esto me convierte en un tipo de Gossip Girl?)
El tercer y más reciente evento al que fui fue el lanzamiento para la prensa de un whiskey, Chivas Regal Mizunara (el whiskey 10/10, nada que decir. Si no fuera tan caro ya me lo hubiera comprado) Otro evento en el que me sentí muy Dan Humphrey, pero ya con un par de temporadas encima. Al ser poca gente y tener un poco más de experiencia en como funcionan estas cosas, la conversación surgió más fácil. Ayudó mucho que uno de los más uno de uno de los invitados hubiera sido un fellow literato de Brasil y que uno de los organizadores del evento fuera un inglés con acento italiano muy simpático que estaba casi que recién llegado a Chile. Al ser el grupo un poco más pequeño y homogéneo me fue más fácil observar como se trataban cada uno (la mayoría se conocía entre ellos) Y qué decir, casi todos eran, o al menos se veían, del mismo estrato social, mismo rango de edades, obviamente todos en el mismo tipo de rubro periodistas o ingenieros de marketing o algo por el estilo. No me puedo quejar, al ser el evento en La Dehesa (Lo Barnechea, pero poner La Dehesa en la invitación suena mucho mejor) la comida era lo mejor, los tragos también y las conversaciones en mi lado de la mesa fueron muy amenas, me hubiera quedado horas más y seguí al inglés buena onda en Instagram.
Tengo una laguna mental y estoy casi segura de que me falta un evento al que fui como más uno, pero incluso editando el último borrador antes de subir, no me puedo acordar.
Creo que con esto quiero llegar a lo siguiente y que tiene que ver con algo que se ha visto en redes sociales estas últimas semanas. Ser influencer, al menos en esta parte del mundo, todavía es algo muy homogéneo. Las marcas buscan a cierto tipo de persona, con un cierto tipo de perfil (piensen ropero paula, la berni, la bea bravo que se vio encontroversiada y no entendió lo que le estaban criticando) y lamentablemente esto es algo que no va a cambiar pronto por mucho que digan lo contrario. Es raro que alguien “de afuera” pueda resaltar en el círculo simplemente porque todavía hay gente “arriba” en los puestos más altos de las compañías que no le interesa abrirse más. Yo con todos los privilegios que tengo y que siempre he tenido (puedo estar haciendo esto y haberme rendido por el momento en mi búsqueda de trabajo, por ejemplo) podría perfectamente lograr hacer algo y soy yo misma la que me estoy poniendo trabas para lograrlo, lo tengo más que claro. Pero todavía estoy en el limbo de si es algo que realmente quiero para mi vida, o al menos parte de mi vida, o no.
Cosas que dan para pensar y obviamente si se está viendo un pequeño cambio, por lo menos de lo que veo de las personas que sigo en redes.
VIENDO/LEYENDO:
Estoy leyendo muchas cosas, y eso no significa necesariamente que las estoy leyendo activamente. El único libro de los que tengo en mi lista que me he terminado de leer es un libro de fantasía llamado A Sould of Ash and Blood, la quinta entrega de una saga que se podría haber quedado perfectamente como trilogía con su primer libro From Blood and Ash. Esta quinta entrega es básicamente la historia del primer libro, pero contada desde la perspectiva del personaje principal masculino e interés amoroso del personaje principal femenino que seguimos en todos los libros anteriores. La premisa de este libro es un príncipe que tiene que raptar a una chica que sirve como símbolo casi que de santa de la monarquía reinante para poder recuperar a su hermano que fue raptado por este reino. Ah, y son vampiros, pero obviamente no les llaman vampiros.
Con este tema de publicar muchos libros de lo mismo, que tratan temas extremadamente similares y armar estos mundos fantásticos, saltan muchas cosas de las editoriales y la plata que se hacen publicando libros, pero creo que es un tema que puedo dejar para la próxima semana para darme una ventana para investigar y juntar mis ideas mejor.
Quería ir a ver The Ballad of Songbirds and Snakes antes de publicar esta edición, pero no se pudo, lo que sí estoy leyendo el libro. Ha sido un poco lento el proceso porque mi cerebro todavía tiene un poco de burn out de la tesis y todo lo que tuve que leer; y a eso se le agrega el que me está costando mucho concentrarme en general, pero de lo poco que llevo es tan bueno como la trilogía de los Hunger Games previa a esta precuela. Obviamente se lo que pasa y como termina, pero el viaje averiguando y leyendo distintos puntos de vista ha sido igual de interesante.
Ayer me terminé (por fin) The Boys y empecé a ver Gen V (a esta fecha ya la terminé) Honestamente es una de las mejores series que he visto en mucho tiempo. Me quedé un poco pegada entre la segunda y tercera temporada de The Boys, pero eso me pasa por querer ver las cosas de una sentada, me abrumé. Creo que no es una serie para todo el mundo (mucha sangre, muchas tripas como dicen los eslóganes), pero el comentario social que hace a los gobiernos, en el caso particular del mundo de la serie al gobierno de Estados Unidos, es algo que todo el mundo tendría que tener en cuenta. Also, Frenchy es uno de los mejores personajes, no admito discusiones. Gen V sigue teniendo el comentario social de la serie que la originó, pero al estar centrada en un grupo de adolescentes/adultos jóvenes, también toca temas como la salud mental y la percepción de la fama en mentes jóvenes. Me comí el spoiler del plot twist que se revela al final, pero siguió siendo igual de buena.
En este spin-off seguimos a una adolescente llamada Marie Moreau en su salida del orfanato en el que vive a una de las universidades más prestigiosas del mundo de The Boys, pero luego de presenciar la muerte de un profesor, ella y el grupo de estudiantes que se podría decir son los “populares” se encuentran involucrados en un misterio siniestro que va a cambiar sus vidas y percepción de lo que creían conocer.
Como siempre, si tienen recomendaciones, soy toda oidos.
Y creo que eso es todo por esta edición.
Como siempre, muchas gracias a la gente que lee esto y que me comenta en mis redes. Este newsletter tiene un Instagram en el que no publico demasiado, pero de todas maneras está ahí por si lo quieren seguir.
xoxo, Colomba